Historia y descripción del Adiestramiento
Hace miles de años el hombre y el perro unieron sus caminos evolutivos. Muchas teorías se han esgrimido en relación al cómo, cuándo y dónde, pero una cosa es cierta: nos eramos útiles unos a otros, transformándonos en simbiontes. Como toda relación, nuestros fieles compañeros han pasado épocas oscuras, otras más iluminadas, pero siempre trabajando a nuestro lado, sea como pastores, guardianes o simplemente haciéndonos compañía.
Hoy en día, existen en la cinofilia diferentes actividades que dan la posibilidad a propietarios y perros, además de divertirse y ejercitarse, el explotar las aptitudes físicas y síquicas que originalmente se buscaron al seleccionar una raza u otra. Dentro de este amplio abanico se enmarcan las Pruebas IPO.
¿Qué significa IPO?
Es la sigla derivada del alemán Internationale Prüfungs Ordnung, que podríamos traducir como Prueba Internacional para Perros de trabajo y Utilidad.
¿Cuál es su objetivo?
Tiene como propósito evaluar el carácter y la utilidad de un perro para el trabajo, así como la relación con su conductor. En sus inicios tuvo como objetivo el preservar las características y capacidades del Pastor Alemán, sirviendo como criterio de selección de los reproductores. Actualmente participan en ellas todas aquellas razas que requieren prueba de trabajo según la FCI. Es así como los últimos años, junto con el Pastor Alemán, la raza que tiene más presencia en las competencias es el Pastor Belga Malinois.
Así, ha evolucionado hasta convertirse en un deporte emocionante con centenares de duplas (perros y sus guías), en decenas de países alrededor del mundo practicándolo semana a semana, hasta en las condiciones meteorológicas más adversas. Especialmente en Europa, cuna de la disciplina, se desarrollan eventos regionales, nacionales y mundiales, reuniendo a lo más destacado de la disciplina.
Sus inicios
A fines del siglo XIX y a principios del XX, Europa Occidental tenía una población importante de muchos tipos de perros pastores. Estos, no solamente controlaban y guiaban el ganado de acuerdo a las instrucciones de sus dueños, sino que lo cuidaban en la noche y avisaban si se acercaban extraños a las granjas y a los pueblos, y por tanto, eran parte importante de la economía rural.
Sin embargo, estos perros no pertenecían a ninguna raza de perro en particular, pero su tamaño, estructura, pelaje y color conformaron los tipos que eran comunes en las diversas regiones. Estás “razas” de perros pastores fueron desarrollados generación tras generación por los granjeros y los campesinos, sin existir mayor interés de parte de las clases acomodadas y nobles de la época.
Sin embargo, en 1899 un joven oficial de caballería de orígenes aristócratas, llamado Max von Stephanitz, fundó el Club Alemán del Pastor Alemán, también conocido por SV. Promovió el desarrollo de la raza, confeccionó las pautas del estándar, comenzó el registro de reproductores, organizó y formalizó las pruebas de entrenamiento (las cuales incluían pruebas de rastreo, obediencia y protección) siendo el primer presidente del Club.
En consideración a la polifuncionalidad de la raza, promovió su uso por las fuerzas militares y policiales, lo cual tuvo su punto más reconocible durante la Primera Guerra Mundial.
Actualmente, el SV es el club de raza más influyente en el mundo. El sistema implementado desde esa época, sirve para preservar y desarrollar los mejores atributos físicos y de temperamento de la raza, siendo las pruebas de trabajo parte integral de este sistema.
Son múltiples las aptitudes evaluadas, dentro de las que se cuentan la alegría al trabajar, devoción al trabajo y a su conductor, confianza, docilidad, obediencia, capacidad de entrenamiento, rapidez para comprender las órdenes, fortaleza y seguridad, entre otras.
El objetivo es demostrar el carácter de un perro a través del entrenamiento. Los criadores pueden y en algunos países deben usar estas pruebas para así determinar el pie de cría.
¿Qué razas tradicionalmente participan de las pruebas IPO?
Además del Pastor Alemán, las razas más comunes para practicar este deporte son el Pastor Belga Malinois, Rottweiler, Dobermann, Schnauzer Gigante, Bouvier des Flanders, Pastor Holandés, el Bóxer, entre otras.
De acuerdo a la FCI, las siguientes razas requieren cumplir con una prueba de trabajo:
Grupo 1
Kelpie, Pastor Belga (en todas sus variedades), Pastor Alemán, Beauceron, Boyero de Flandes, Briard, Boyero de las Ardenas, Pastor de los Pirineos (en todas sus variedades), Border Collie y el Perro Lobo Checoslovaco.
Grupo 2
Dobermann, Schnauzer Gigante, Boxer, Rottweiller y Hovawart.
En el resto de los grupos que reunen a las distintas razas caninas reconocidas, muchas de ellas requieren pruebas de trabajo, pero no compatibles con IPO, incluso en el caso de algunas de las razas mencionadas en el grupo 1, como es el caso del Boyero de las Ardenas. Por ejemplo, los teckel (grupo 4), en todas sus variedades, requieren aprobar pruebas de trabajo, pero al tratarse de perros de madriguera, no es precisamente IPO. Cabe mencionar que también en algunos casos, es facultativo del país el exigir o no el cumplimiento de la prueba de trabajo, pero en las razas particularmente mencionadas, se considera obligatorio.
Cualquier otra información, consultar www.fci.be en el apartado referido a “Nomenclaturas y Estándares”.
¿En qué consiste?
Las pruebas IPO, testean a lo largo de un día el carácter y la capacidad para ser entrenado. Evalúa la estabilidad, el impulso y la velocidad de respuesta. Requiere además, que el animal pueda competir exitosamente en tres fases completamente diferentes: rastreo, obediencia y protección. Las pruebas se dividen en tres niveles, siendo el IPO I el nivel más elemental, y el IPO III es que requiere el mayor nivel de habilidad. Cada fase se puntua en una escala de 1 a 100 puntos, por lo que el total posible es 300, evaluado por un juez que sigue de cerca cada orden, movimiento y actitud del perro y su guía.
FASE I : Rastro
En esta prueba se evalúa la perseverancia y concentración del perro, su habilidad para olfatear y su voluntad para trabajar con su guía. El perro debe seguir la pista dejada por un trazador, encontrando y señalando objetos llamados artículos dejados por éste. En cada nivel (IPO I, II ó III), la longitud, el número de cambios de dirección y el tiempo transcurrido entre el trazado y la realización de la prueba, van aumentando.
FASE II: Obediencia
Esta fase evalúa, la sensibilidad a la voz de su manejador e incluye una serie de situaciones, donde el perro debe ser entusiasta y de manera precisa cumplir con las órdenes impartidas. Debe destacarse al caminar al lado de su manejador, cobrando, saltando y desarrollando otra serie de actividades.
FASE III: Defensa
Finalmente, en ésta fase se evalúa el coraje, el deseo de combatir, la confianza y obediencia a las órdenes de su manejador bajo circunstancias muy estimulantes y difíciles. Al perro se le ordena , buscar a un «malhechor» (figurante) escondido y vigilarlo hasta que llegue su manejador. Si el figurante intenta escapar o ataca, el perro debe perseguirlo y retenerlo por el brazo hasta que su manejador llegue y le ordene soltarlo. Cuando se le da la orden de soltarlo, debe hacerlo inmediatamente, así como al momento de morder, debe hacerlo de forma llena y sin mordisquear. Para muchos, es la fase de mayor espectacularidad, pues el perro muestra toda su agilidad, coraje y poderío, sobre todo en ejercicios como el lanzado, en el cual el perro corre a toda velocidad a través del terreno de competencia para “detener al figurante”.
En la fase de protección, se busca que el perro demuestre su capacidad de defensa en una situación controlada por el guía, respondiendo sólo ante la “potencial” amenaza representada por el figurante, siempre obedeciendo a su guía al momento de dejar la mordida o mantenerse a su lado. No se busca un perro agresivo que desee sólo atacar. De hecho, el comportamiento agresivo por parte del perro es considerada causal de descalificación, la inestabilidad es altamente indeseable.
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